El Estado Panameño, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, reitera su preocupación frente a las acciones que se han producido, derivadas de la intolerancia religiosa, cultural y étnica del Estado Islámico, que han traído consecuencias severamente adversas a los esfuerzos para encontrar una solución pacífica para resolver los conflictos en esta región.

Contrario a los esfuerzos realizados, las acciones han causado una alteración de las fronteras internacionalmente reconocidas, con graves violaciones al derecho internacional y a los más elementales derechos humanos de las poblaciones en esa región.

Como bien lo ha mencionado la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, “los reportes recibidos revelan actos inhumanos, en una escala inimaginable”. Además, admite que hay que actuar “desde la comunidad internacional para limitar y contener esta presencia armada que tantos crímenes está cometiendo”.

En este sentido, el Estado panameño valora positivamente y apoya toda iniciativa conducente a contener esta peligrosa tendencia y que pueda contribuir a detener, en sus raíces, la expansión de la misma.