Artículo publicado en el diario El País el jueves 14 de abril de 2016.
Por: María Mercedes Corró, Embajadora de Panamá en España.

La semana pasada, 11,4 millones de documentos obtenidos ilegalmente, relacionados con compañías registradas en el extranjero (offshore) vinculadas con los ricos y famosos, le mostraron al mundo la realidad de la riqueza escondida. Los papeles de Panamáindican que el asunto está lejos de concernir exclusivamente a Panamá. La evasión de impuestos es un problema global, frente al que ningún país, ni España, es inmune.

La mayoría de las corporaciones constituidas por Mossack Fonseca están fuera de Panamá, que tiene mejor calificación en transparencia financiera que otros países como EE UU, Alemania y Japón. Somos conscientes de nuestra responsabilidad, pero creemos que el mundo debe unirse en la lucha contra el desvío de fondos que privan a los ciudadanos de casi 200.000 millones de dólares al año.

Afortunadamente la controversia ha reforzado la atención que se le presta al problema: los líderes mundiales se han mostrado receptivos a dialogar sobre tratados tributarios bilaterales para garantizar la cooperación. Admitiendo la naturaleza transnacional del asunto, el presidente de Panamá ha creado una comisión de expertos para evaluar nuestro sistema financiero y recomendar medidas específicas para fortalecer la transparencia en el sistema financiero global. Esperamos resultados de esta comisión en seis meses y nos comprometemos a compartirlos con otros países.

Panamá ha avanzado en transparencia financiera. Desde el inicio de su Administración en 2014, el presidente Varela ha aplicado normas (Conoce a tu cliente) y continúa desarrollando una robusta red de tratados que permite el intercambio de información. Incluso están en vigor normas que requieren la identificación de todos los socios de todas las compañías registradas en Panamá, y leyes más fuertes tanto para proveedores financieros y corporativos como para otras industrias clave.

Todas estas reformas han sido reconocidas por la comunidad internacional, incluyendo el Grupo de Acción Financiera (GAFI), que resaltó el progreso de Panamá en la lucha contra el lavado de dinero eliminando al país de su lista gris. Esto ocurrió en tiempo récord. Hemos avanzado también en el proceso de la revisión de pares del Foro Global sobre la Transparencia y el Intercambio de Información con Fines Fiscales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Los papeles de Panamá es un nombre más que injusto: el asunto ha sido enmarcado en los medios como un escándalo que involucra estructuras corporativas offshore. Como centro de negocios internacional, Panamá trata por igual a todas las empresas. La noción de que es un paraíso fiscal para las compañías extranjeras se deriva de que solo cobramos impuestos sobre ingreso generado en el interior de Panamá, no fuera. Pero todas las transacciones en Panamá son gravables en las jurisdicciones relevantes.

Panamá se compromete a continuar adoptando reformas para avanzar en este camino, de conformidad con las demandas de la comunidad internacional. El Gobierno de nuestro país ha anunciado su compromiso con el intercambio automático de información. Este anuncio viene con nuestro deseo de cumplir con las metas de la comunidad internacional, incluyendo las de la OCDE.

Panamá continuará cooperando con España y otros países para procesar acciones criminalizadas en el Código Penal y cumplir con las obligaciones establecidas en los tratados internacionales. Reiteramos nuestro compromiso de iniciar diálogos con la OCDE y su Foro Global para alcanzar acuerdos de transparencia financiera que nos permitan continuar progresando en el desarrollo económico.

Reconocemos que estas reformas significan poco hasta que no sean implementadas, pero Panamá es ahora una democracia estable. Nuestros esfuerzos por transformarnos en uno de los principales centros económicos del hemisferio Occidental ha resultado en el establecimiento de las sedes de más de 100 corporaciones transnacionales. Nuestra esperanza es que a través de estos esfuerzos seamos más atractivos para las multinacionales que busquen actuar como entes globales responsables.

Panamá cree que la corrupción erosiona el desarrollo. La evasión de impuestos es corrupción privada y despoja a los países en desarrollo de fondos para salud, educación e infraestructura. Panamá se niega a formar parte de esta actividad. Sin embargo, admitimos que tenemos límites, que no podemos actuar solos. El camino hacia la transparencia financiera global debe ser colectivo.