El Ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Núñez Fábrega, presentó este lunes a consideración de la Asamblea Nacional, el proyecto de ley por el cual se ratifica el Tratado de Seguridad Democrática en Centroamérica, suscrito en Honduras, el 15 de diciembre de 1995.

El canciller Núñez Fábrega explicó que se trata de concretar un nuevo modelo de seguridad regional único, integral e indivisible, inspirado en los logros alcanzados en su intenso proceso de pacificación e integración. Además la ratificación contribuirá a que Panamá participe de pleno derecho en las reuniones de la Comisión de Seguridad de Centroamérica y sus respectivas Subcomisiones, del proceso de implementación de la Estrategia de Seguridad de Centroamérica y del actual proceso de evaluación, revisión y actualización de dicho Tratado, añadió el canciller Núñez Fábrega.

Las normas contenidas en este Tratado buscan garantizar la paz y la seguridad en la región, basado en un nuevo modelo de seguridad democrática con participación ciudadana, elementos indispensables para el fortalecimiento de las instituciones democráticas, indicó.

El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), tiene entre sus propósitos concretar un nuevo modelo de seguridad regional, sustentado en un balance razonable de fuerzas, el fortalecimiento del poder civil, la superación de la pobreza extrema, la promoción del desarrollo sostenido, la protección del medio ambiente, la erradicación de la violencia, la corrupción, el terrorismo, el narcotráfico y el tráfico de armas, señaló el ministro Núñez Fábrega.

El Modelo Centroamericano de Seguridad Democrática se rige por los siguientes principios del Estado de Derecho, que comprende la supremacía del imperio de la ley, la existencia de la seguridad jurídica y el efectivo ejercicio de las libertades ciudadanas, el fortalecimiento y perfeccionamiento constante de las instituciones democráticas en cada uno de los Estados, el principio de la subordinación de las fuerzas armadas, de policía y de seguridad pública a las autoridades civiles constitucionalmente establecidas, y el mantenimiento de un diálogo flexible y activo, a fin de garantizar el carácter irreversible de la democracia en la región.

Las Partes se comprometen a promover la profesionalización y modernización permanente de sus cuerpos de seguridad pública con el objeto de propiciar la más amplia y eficaz lucha contra la actividad delictiva y la protección de los derechos consagrados en la legislación interna de cada país.

El Modelo de Seguridad Democrática Centroamericana, contemplado en el Tratado, tendrá como instancias la Reunión de Presidentes, instancia suprema que conocerá los asuntos de seguridad regional e internacional que requieran de sus decisiones, el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores, instancia competente en todo lo relativo a la seguridad regional e internacional y la Comisión de Seguridad, instancia de ejecución, coordinación, evaluación y seguimiento de las propuestas, así como de hacer recomendaciones a la Reunión de Presidentes y al Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores.

Durante la negociación del Tratado, Panamá y Costa Rica manifestaron objeciones con aquellos artículos referentes a la existencia de ejércitos, balance de fuerza y neutralidad, entre otros temas, por ser considerados contrarios a la Constitución Política y al Tratado de Neutralidad del Canal. Las reservas presentadas por ambos países fueron recogidas en el Artículo 75 del citado instrumento formando parte integral del mismo.

En atención a la existencia de las Reservas, la República de Panamá y la República de Costa Rica no ratificaron el Tratado Marco de Seguridad Democrática, por lo que el contenido del mismo no se extiende a estos países como miembros del SICA. Los acuerdos dentro del SICA, deben ser adoptados en consenso por todos los países que integran el Sistema, la necesidad de superar las reservas es vital para la institucionalidad jurídica, por lo que el Tratado debe ser adoptado de forma integral por todos los países miembros del organismo de integración.

En virtud de lo anterior se conformó en el mes de abril de 2001 un Grupo de Trabajo Ad Hoc regional con el propósito de estudiar las reservas con miras a su eliminación y revisar la propuesta de cambios que a bien tuviesen introducir los países que formularon las reservas. Como resultado de las diferentes reuniones del Grupo Ad Hoc, se decidió elevar la consulta tanto a la Dirección General de Asuntos Jurídicos y Tratados de la Cancillería como al Ministerio de Seguridad Pública, acerca de la viabilidad jurídica de la ratificación del Tratado Marco.

Ambos entes son de la opinión que el mencionado Tratado puede ser sometido al proceso de ratificación por parte de la Asamblea Nacional, tal como se encuentra redactado, ya que el mismo contempla dentro de su articulado las reservas formuladas por la República de Panamá. Durante la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del SICA de 2010, en Belice, los países miembros del SICA, acordaron renovar el compromiso de continuar los trabajos de evaluación, revisión y actualización del Tratado Marco de Seguridad Democrática y sus instrumentos derivados y complementarios, con el objetivo de adecuarlos a las nuevas realidades nacionales, regionales e internacionales. Buscan, asimismo. facilitar entre otros aspectos, la ratificación de aquellos Estados del Sistema que aún no lo han hecho, acuerdo que fue reiterado en la Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno del SICA, de junio de 2012 en Honduras, para la reactivación del Grupo Ad Hoc de revisión del Tratado Marco de Seguridad en Centroamérica, a fin de proceder a su actualización y adecuación, conforme a los mandatos de las diferentes Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno.