El filántropo y empresario estadounidense Ronald Steven Lauder, se sumó al movimiento Cero Discriminación que lidera a nivel global la Primera Dama de la República de Panamá y Embajadora Especial de ONUSIDA para América Latina, Lorena Castillo de Varela.

A través del movimiento Cero Discriminación se busca sensibilizar a la población sobre los efectos nocivos de la discriminación y promover los derechos que tienen las personas a una vida plena, digna y productiva.

La discriminación es una agresión que excluye a las personas por características relacionadas a su sexo, origen étnico o nacional, religión, discapacidad, orientación sexual, identidad o expresión de género, clase social, edad y condición de salud.

Lauder que es miembro honorario del Fondo de Monumentos Mundial, una organización de Nueva York, Estados Unidos, sin ánimo de lucro con la misión de proteger sitios de patrimonio cultural alrededor del mundo, y ha formado parte de esfuerzos de conservación medioambiental, se sumó al movimiento Cero Discriminación luego de conocer el trabajo que ha liderado a nivel global la primera Dama en la promoción e impulso de iniciativas con el fin de que se garanticen los derechos humanos.

El movimiento Cero Discriminación que lidera la primera Dama a nivel global va de la mano con lavocación histórica de Panamá de ser propiciador de entendimiento en la construcción de diálogos y consensos, y  promotor de paz y de los derechos humanos.

Durante una cena en la que también participó el Presidente Juan Carlos Varela y el Director de ONUSIDA, Michel Sidibé, Lauder conoció de los esfuerzos que a través del movimiento de Líderes y Laureados por los Niños se lideran para garantizar el pleno ejercicio de los derechos de los niños y niñas.

Lauder mostró interés por la Declaración entregada al Secretario General de las Naciones Unidas (NU), António Guterres, a través de la cual se pide a la comunidad internacional y a las NU que redoblen sus esfuerzos para preservar los derechos de los niños y niñas, particularmente los trabajadores y refugiados, y que salvaguarden su acceso a la educación, la protección, la nutrición, la salud física y mental.