Como país anfitrión de la Cumbre de las Américas en el 2015, Panamá espera contar con la presencia “de cada uno de los países que conforman la América de todos” y en ese contexto “creemos que Cuba debe ser incluida porque es parte de las Américas”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Núñez Fábrega, al presidir la reunión del grupo que implementará la cita de Jefes de Estado y de Gobierno del continente.

El jefe de la diplomacia panameña presidió la primera reunión a nivel de cancilleres del Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres (GRIC), el organismo que tiene como responsabilidad dar seguimiento a las resoluciones y mandatos de las Cumbres de las Américas.

Luego de instalar la reunión, el secretario general adjunto de la OEA, Albert Randim, sostuvo que “la dinámica preparatoria de la Cumbre de las Américas nos obliga a actuar con un enfoque inclusivo”.

El representante permanente de Nicaragua ante la OEA, el vicecanciller Denis Moncada, abrió el debate en torno a la presencia de Cuba en la próxima Cumbre de las Américas.

“Nicaragua expresa su voluntad solidaria para que Cuba participe en forma incondicional y en igualdad soberana en la Cumbre de las Américas. No puede realizarse una Cumbre de las Américas sin las presencia de Cuba”, señaló.

La posición de Nicaragua fue respaldada de inmediato por los jefes de delegaciones de Argentina, Barbados, Brasil, Ecuador, El Salvador, México, Trinidad y Tobago, Venezuela y Uruguay. “Argentina cree que la Cumbre de las Américas no está completa sin la presencia de la República de Cuba.

Argentina respalda todos los esfuerzos que Panamá y otros países realizan y se ofrece para acompañar esta iniciativa”, dijo el canciller argentino Héctor Timmerman.

Luego de la intervención de los jefes de delegaciones, el canciller Núñez Fábrega dijo que el caso de Cuba es un punto que ha estado en forma permanente en la agenda continental y que debe ser definido. Para analizarlo, pidió la creación de “una comisión accidental para asesorar a Panamá sobre un tema que cuenta con el respaldo indiscutible”.

“Los tiempos han cambiado y creemos que Cuba debe ser incluida en la próxima Cumbre de las Américas, porque es parte de las Américas”, afirmó el canciller Núñez Fábrega.

Panamá fue elegida en Cartagena, Colombia, como sede de la VII Cumbre de las Américas en el 2015, una cita cimera que se realiza cada tres años.

En los años que median hasta la citada cumbre, el canciller Núñez Fábrega convocó a los países del continente a entablar un diálogo franco que permita ejecutar acciones concretar para contribuir a seguir consolidando a Panamá como una zona de oportunidades y beneficios para la región y el mundo.

“Panamá ha ofrecido su territorio para que en él converjan los más diversos actores en el actual escenario internacional, para estimular un debate que, sin ninguna duda, estará orientado a alcanzar una cooperación efectiva entre las economías de nuestros países que cuentan con distintas características, pero cuyo objetivo primario es impulsar el desarrollo de los pueblos de América”.

El canciller Núñez Fábrega propuso “trazar estrategias innovadoras para alinear a la región para alcanzar los más altos niveles de desarrollo humano y bienestar colectivo, con mayor integración para ser socios en la prosperidad”.

Planteó, asimismo, continuar impulsando iniciativas que contribuyan a fijar el rumbo del continente en la unidad, en la integración y ser más eficaces para resolver los desafíos que rebasan la capacidad de los países para resolverlos de manera individual.

Los jefes de delegaciones de Argentina, Barbados, Canadá, Colombia, Chile, El Salvador, Estados Unidos, Guyana, México, Perú y Trinidad y Tobago, felicitaron a Panamá por aceptar la organización de la Cubre de las Américas por el papel que juega en la región y su proyección continental.

La reunión de coordinación de la Cumbre de las Américas se dio en el mismo escenario donde se realiza la 43 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que concluirá este jueves y en la que los jefes de las 34 delegaciones que conforman el organismo hemisférico debaten sobre alternativas para enfrentar el flagelo del narcotráfico y el consumo de drogas.