Ante las Naciones Unidas, la primera Dama de la República de Panamá, Lorena Castillo de Varela, hace llamado a fortalecer las medidas de prevención, proveer asistencia oportuna y comprensiva a los millones de mujeres que sufren violencia por razón de género, porque es un asunto serio que pone en peligro la vida de millones de mujeres, niñas y niños y constituye un grave problema internacional de salud pública y de derechos humanos. 

“No hay espacio para la violencia de género, necesitamos proteger a las mujeres, niñas y niños. Cuando proteges, empoderas y educas a las mujeres, a las niñas y niños, la comunidad florece”, remarcó la primera Dama panameña.

Durante su participación en el Panel: Eliminación de la Violencia Sexual y de Género, la Protección de la Salud y los Derechos de las Mujeres, Niñas y Niños en Entornos Humanitarios, realizado en Naciones Unidas, organizado por ONUSIDA y la Organización de Primeras Damas Africanas contra el VIH / SIDA, ONU Mujeres, UNICEF, UNFPA, expresó que los efectos dañinos de las crisis humanitarias, tales como desplazamiento, la destrucción de estructuras de la comunidad, pobreza, y la falta de recursos aumenta el riesgo de violencia por razón de género.

Castillo de Varela manifestó que se hace necesario reforzar los sistemas de denuncias y  acciones judiciales para que los perpetradores de la violencia asuman las consecuencias de sus actos.

Dijo que las víctimas de violencia por razón de género corren un alto riesgo de sufrir problemas de salud graves y de larga duración, incluyendo la muerte ocasionada por lesiones o suicido. “Dentro de las consecuencias relativas a la salud se pueden incluir al embarazo no deseado, aborto autoinducido en condiciones de riesgo, infanticidio, e infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH”, remarcó la primera Dama de Panamá en presencia del Director de ONUSIDA, Michel Sidibé.

Recordó que la Declaración Política sobre VIH de 2016 establece la meta clara de eliminar las desigualdades de género y acabar con todas las formas de violencia y discriminación contra las mujeres y las niñas, tales como la violencia basada en el género, la violencia sexual, la violencia doméstica y perpetrada por la pareja, incluyendo en situaciones de conflicto, post conflicto y crisis humanitarias.

Sostuvo que, pese a toda la buena voluntad de muchos gobiernos, las respuestas que suelen darse a estas crisis son, en muchas veces, inadecuadas o insuficientes.

Durante el evento que se desarrolló en el marco de la 73 Asamblea General de las Naciones Unidas, Castillo de Varela, sostuvo que las mujeres no solo son clave para la supervivencia y el bienestar de los niños, las familias y las comunidades; también desempeñan un papel fundamental para ayudar a construir la resiliencia y prevenir conflictos, así como para facilitar la transición de la crisis al desarrollo sostenible.

“Las inversiones en la salud y el bienestar de las mujeres y niñas, particularmente en entornos frágiles y humanitarios, rendirán enormes dividendos, ya que las mujeres, adolescentes y niñas sanas y empoderadas son nuestros agentes más valiosos de paz, estabilidad y resiliencia”, puntualizó.