El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Panamá informa que, luego de lo ocurrido en el día de ayer en la sesión ordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), y tras constatar que existen diferencias insalvables de criterio político entre lo que considera el Gobierno Nacional debe ser el manejo de importantes aspectos de la política exterior del país en el contexto del Hemisferio Occidental, y las ideas y opiniones personales del Embajador, Representante Permanente de Panamá ante la OEA, Señor Guillermo Cóchez; el Canciller de la República, Rómulo Roux, luego de consultar con el Excelentísimo Señor Presidente de la República, Ricardo Martinelli, ha tomado la decisión de proceder a separar al Señor Guillermo Cóchez del cargo de Embajador, Representante Permanente ante la OEA.
El Gobierno Nacional reconoce en la persona del Señor Guillermo Cóchez a un abogado, político y pensador de larga trayectoria nacional e internacional, razones que fueron determinantes al momento de honrarle con la responsabilidad de representar los intereses nacionales ante la OEA, foro hemisférico de mucha importancia para la República de Panamá.
No obstante lo anterior, las posiciones y opiniones personales que, en más de una ocasión, ha emitido públicamente el Señor Guillermo Cóchez, han sido tomadas erróneamente como posiciones oficiales del Gobierno Nacional, aún cuando éstas no hayan seguido los lineamientos de la política exterior del país, ocasionando, como fue el caso el día de ayer, una situación no deseada por el Gobierno Nacional.
Es la evidente diferencia de criterio sobre como atender ciertos temas relacionados con la agenda multilateral y bilateral en el contexto de la OEA, la que ha determinado que es conveniente separar al Señor Guillermo Cochez del cargo que hasta hoy detentaba.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Panamá hace propicia la ocasión para reafirmar el compromiso, interés y determinación de la República de Panamá y su Gobierno, por contribuir al fortalecimiento y vigencia, presente y futura, de la OEA, por considerarla foro hemisférico insustituible en la promoción y defensa de los valores democráticos que deben imperar entre las sociedades americanas para garantizar, con ellos, el modelo político de gobierno más válido para su desarrollo social y económico.