Panamá, 1 de junio (2021).- La canciller de Panamá, Erika Mouynes, participó hoy en el Debate Temático de Alto Nivel: Vida submarina, hacia un océano libre de contaminación, protegido y resistente al clima (ODS14), donde destacó la sobresaliente meta que alcanzará Panamá el próximo 8 de junio, Día Mundial de los Océanos, cuando el país consiga el 30% de protección de las áreas submarinas, en cumplimiento adelantado de acuerdos internacionales contra el cambio climático.
En el importante foro, dedicado a la promoción de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS), la ministra de Relaciones Exteriores recalcó que Panamá respalda estrategias de diplomacia climática para liderar iniciativas regionales y hemisféricas encaminadas a la “urgente necesidad” de proteger y restaurar nuestros océanos, cuya conservación es fundamental “para mantener la base productiva y los procesos ecológicos esenciales que garantizan la vida”.
Como ejemplo, la ministra indicó que, “en menos de una semana, el próximo 8 de junio, Día Mundial de los Océanos, Panamá formará parte del selecto grupo de países con al menos el 30% del espacio marino protegido”, al decidirse la ampliación de los límites del Área de Recursos Manejados de la Cordillera subacuática de Coiba, en aguas territoriales panameñas del Pacífico Este Tropical.
“Esta decisión -indicó- beneficiará la conectividad ecológica entre las áreas marinas de Costa Rica, Colombia y las Islas Galápagos, en Ecuador, facilitando la migración de especies marinas altamente amenazadas y beneficiando la conservación de una zona de reconocido valor mundial por su biodiversidad y endemismo”.
En este punto, la canciller panameña invitó a los países Pacifico Este Tropical a reforzar y ampliar sus propias áreas protegidas, para consolidar un corredor marino natural, considerado como una “provincia biogeográfica” transnacional, por sus características comunes y complementarias, que requieren una gestión integral.
La “agenda verde” de Panamá, añadió, impulsa otras iniciativas para el cuidado de los océanos, como la Política Nacional de Humedales, la Política Nacional de Océanos, el Plan de Acción Nacional de Basura Marina y el apoyo y activa participación en esfuerzos globales como la iniciativa 30 x 30 y el proyecto GloLitter, junto con la FAO y la OMI, para reducir la presencia de residuos en los mares.
Para Panamá, un país interoceánico y ya carbono negativo (uno de los tres en todo el mundo), “garantizar la salud de los cuerpos de mar es una cuestión de subsistencia», acotó poco antes de recordar que el istmo será sede de la octava edición de la conferencia internacional “Nuestros Océanos”, prestigioso encuentro que, en su última edición prepandemia, celebrada en Oslo (2019) reunió a más de 500 líderes mundiales de cerca de cien diferentes naciones.
Al cerrar, la canciller Erika Mouynes emplazó a los expertos a mejorar los métodos de valoración económica asociados a los bienes y servicios que resultan de la conservación y uso sostenible de los ecosistemas marinos y aseguran la biodiversidad como patrimonio global y base del desarrollo. ¿Cómo podemos mejorar la medición y divulgación del indiscutible beneficio económico de la conservación marina?, preguntó.
Los moderadores del foro fueron Ligia Nohonra, subsecretaria general del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente; Elizabeth Marema Mruma, secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica; Martin Stuchtey, del grupo Systemiq Earth para la acción climática, y Haydee Rodríguez, viceministra de Aguas y Mares de Costa Rica, país socio principal de la iniciativa GLOLitter, programa para promover la reducción de basura marina, del que Panamá forma parte.