Representada por Bolívar Cañizales y Ana Calderón, encargados de asuntos de Medio Ambiente y Asuntos Oceánicos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Panamá participa esta semana en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, de las negociaciones del Convenio sobre biodiversidad más allá de las fronteras nacionales, para regular la protección y uso sostenible de las aguas de la altamar.
Panamá reconoce la urgencia de la adopción de este instrumento de carácter internacional jurídicamente vinculante, que fortalezca y complemente los esfuerzos de conservación existentes y garantice un uso sostenible de los recursos genéticos con una planificación basada en los principios de la cooperación internacional en esta zona del planeta.
En ese contexto, Panamá promueve que se finalice un acuerdo en defensa de la biodiversidad en alta mar y trabaja activamente en la búsqueda de mecanismos de gestión basados en zonas geográficas incluyendo el establecimiento de áreas de protección marina, el acceso a los recursos genéticos marinos, la creación de capacidades y transferencia de tecnología marina y la evaluación de Impacto ambiental en aguas internacionales.
La alta mar, zonas oceánicas fuera de la jurisdicción y protección de los Estados y de las zonas económicas exclusivas de los países, cubre casi dos tercios (64 %) de los océanos del planeta, abarca el 80 por ciento del espacio habitado del mundo y forma parte de un patrimonio común global supervisado colectivamente por todas las naciones.