El presidente de la República, Juan Carlos Varela, despidió en la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Tocumen, a su Santidad el papa Francisco, quien realizó una visita oficial a Panamá, que inició el miércoles 23 de enero para encabezar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y que concluyó este domingo.

El Mandatario dijo dar gracias a Dios y al papa Francisco por esta bendición de haber sido sede de la JMJ y sobretodo felicitar al pueblo panameño porque demostró su gran corazón a todo el mundo y las cosas grandes que puede hacer cuando estamos todos unidos.

También felicitó a los estamentos de la Fuerza Pública que participaron es los diferentes operativos con la visita de su Santidad el Papa a Panamá; además agradeció a todas las familias de acogida que dispusieron de sus hogares y de tiempo para atender a miles de peregrinos que asistieron a esta jornada.

El Mandatario describió los últimos minutos que convivió con el papa Francisco previo a su partida hacia el Vaticano y señaló que el jerarca de la Iglesia católica ve a Panamá como una nación con mucha responsabilidad ante el mundo por su posición geográfica, el Canal y que ésta va más allá de las fronteras.

“Fue un momento de unidad de todo el pueblo y así debemos continuar con este ambiente que deja el papa Francisco y hacer a un lado las diferencias que impidan seguir trabajando para seguir adelante con este hermoso país”, agregó.

También destacó una JMJ regional que dio oportunidad a jóvenes de países vecinos trabajar junto a Panamá para sembrar en este sector del mundo una semilla de esperanza ante retos principalmente en busca de paz.

Para el presidente Varela, las palabras de Dios que trajo el papa Francisco a esta jornada fueron impactantes, sin embargo, a él le impactó la impartida en el Centro de Cumplimiento de Menores, donde el Santo Padre habló a estos jóvenes que han cometido un error en sus vidas y animó a ver un horizonte, un futuro donde la “polilla” no vuelva a corromper sus vidas.

Finalmente, concluyó que la JMJ fue un evento de país que deja como resultado miles de embajadores que alrededor del mundo que retornan a sus tierras, que se llevan el calor de este pueblo y podrán contar acerca de Panamá.

El papa Francisco arribó a Panamá el miércoles 23 en un vuelo de Alitalia procedente de Roma y fue recibido con los honores correspondientes a un jefe de Estado por parte del mandatario Varela, la primera dama Lorena Castillo de Varela, la vicepresidenta y canciller Isabel De Saint Malo de Alvarado y los ministros de Estado.

Tras la ceremonia de bienvenida y un representativo acto cultural, el papa Francisco protagonizó un recorrido en distintas áreas de la ciudad capital, donde compartió con los miles de panameños y con los extranjeros apostados a lo largo de la ruta establecida para su recorrido en el papamóvil.

El jueves el Santo padre inició su agenda oficial con una visita a Palacio de las Garzas donde saludó a la familia presidencial. De allí se trasladó al Palacio Bolívar, sede de la Cancillería panameña, donde presidió el único acto de carácter oficial en su rol como jefe de Estado.

Allí intervino y dijo a los presentes, entre los que se encontraban el presidente Varela, la Primera Dama, autoridades nacionales, Cuerpo Diplomático y representantes de la sociedad civil del país, que Panamá es una tierra de convocatoria y de sueños. También agradeció a todo el pueblo panameño  el  esfuerzo invalorable para acoger a tantos jóvenes provenientes de todas partes del mundo. “Gracias por abrirnos las puertas de la casa”, recalcó.

Posteriormente, se reunió con los obispos centroamericanos en la Iglesia San Francisco de Asís. En la tarde del jueves, su Santidad tuvo su primer encuentro con los peregrinos en el campo Santa María la Antigua, ubicado en la Cinta Costera, donde ofició una misa e invitó a los jóvenes a ser constructores de puentes y no de muros y a amar de la misma manera que amó Jesús.

“No tengan miedo, que vayan adelante con esa energía renovadora y esa inquietud constante que nos ayuda y moviliza a ser más alegres y disponibles, más testigos del evangelio”, les señaló.

El viernes Francisco se reunió con jóvenes presos en el Centro de Cumplimiento de Menores de Las Garzas de Pacora y en la tarde hizo una vía crucis con los jóvenes en la cinta costera.

El sábado 26 el Sumo Pontífice ofició una misa en la dedicó, consagró y bendijo el renovado altar de la Catedral Basílica Santa María la Antigua. Más tarde se reunió con los jóvenes que se preparan en el Seminario Mayor San José.  En la tarde participó en una vigilia con los jóvenes peregrinos en el Campo San Juan Pablo II Metro Park.

Esta mañana, su Santidad ofició la misa de cierre de la Jornada Mundial de la Juventud en el Metro Park, donde se anunció que la próxima sede del encuentro se realizará en el año 2022 en Portugal. Más tarde visitó la Casa Hogar del Buen Samaritano Juan Díaz, una fundación promovida por la Iglesia panameña para brindar asistencia a jóvenes y adultos que padecen VIH-SIDA. Posteriormente, se reunió con los miles de voluntarios, nacionales e internacionales, a quienes agradeció todo el trabajo realizado para la feliz realización de la JMJ.