“Los grandes desafíos de nuestro siglo requieren no solo innovación, sino también propósito, convicción y el valor de actuar juntos.” Con esas palabras, el ministro de Relaciones Exteriores, Javier Martínez Acha-Vásquez, anunció este viernes que Panamá será sede del Nobel Sustainability Trust Summit 2028, destacando el compromiso del país con la sostenibilidad y el liderazgo global.
Sus declaraciones fueron ofrecidas durante el Nobel Sustainability Trust (NST) Miami Summit 2025, celebrado en Miami, un evento que reúne a líderes mundiales para discutir temas como liderazgo en implementación de programas de biodiversidad y soluciones para ciudades inteligentes y sostenibles, convirtiéndose en un espacio clave para la agenda global de sostenibilidad.
El canciller Martínez-Acha Vásquez subrayó que Panamá asume esta responsabilidad con humildad, pero también con un profundo sentido de deber. Afirmó que el país no es un simple participante, sino un socio estratégico en la transformación hacia un desarrollo más resiliente, inclusivo y ambientalmente responsable.
El ministro Martínez Acha-Vásquez destacó que Panamá, «ubicado en el epicentro del mundo”, se ha consolidado como un punto clave para conectar naciones, mercados e ideas. Reiteró la visión nacional de avanzar hacia un Panamá carbono cero, protector de su riqueza natural y capaz de demostrar que incluso las naciones pequeñas pueden generar un impacto significativo en las soluciones globales.
Recordó que el Canal, pieza fundamental del comercio internacional, es también “un símbolo del compromiso del país con la innovación sostenible”.
El Nobel Sustainability Trust Summit es una cumbre anual impulsada por miembros de la familia Nobel para promover soluciones innovadoras frente al cambio climático y los desafíos de la sostenibilidad global. Reúne a líderes empresariales, científicos, políticos y expertos en ESG para presentar propuestas concretas en energía renovable y tecnología limpia, mediante conferencias, mesas redondas y talleres orientados a diseñar soluciones prácticas para el futuro del planeta.
Con la designación de Panamá como sede en 2028, el país se consolida como un actor relevante en la construcción de un mundo más sostenible y en la promoción de consensos globales que impulsen un cambio real.