Tras el anuncio del Presidente Juan Carlos Varela Rodríguez sobre el apoyo que brindará el Gobierno de la República de Panamá a los campos de refugiados en Jordania, el país se suma a los esfuerzos de la comunidad internacional como un actor relevante en la Agenda 2030, un país cooperante que trabaja para lograr un nuevo modelo para el Desarrollo Sostenible y que participa de los esfuerzos para “No Dejar a Nadie Atrás”, especialmente a los grupos más vulnerables.

“La visita del Presidente Varela le permitió conocer de primera mano las consecuencias de uno de los temas más apremiantes de la agenda de desarrollo en estos momentos: la situación de niños migrantes y refugiados”, indicó la Vicepresidenta y Canciller Isabel de Saint Malo de Alvarado.  La diplomática agregó que “estamos ante una situación sin precedentes, donde niños se ven obligados a dejar sus países por la situación de peligro que allí viven. Si la comunidad internacional no se solidariza, podríamos enfrentar generaciones enteras de niños y jóvenes desarraigados, que pierden la oportunidad de educarse, desarrollarse y aportar en un futuro al desarrollo de nuestros países”.

El aporte de Panamá está vinculado con la política educativa nacional, y se enmarca en el plan gubernamental, donde el Presidente Varela impulsa esfuerzos para la formación de educadores y jóvenes en siete idomas, buscando romper paradigmas y ofrecer las herramientas necesarias para atender el crecimiento que experimenta Panamá y la demanda laboral actual y futura, particularmente en un país con un creciente turismo y una plataforma logística, aérea y marítima de clase mundial y que juega un rol de conexión con el mundo entero.

Por otro lado, es coherente con la estratega de política exterior panameña.  Jordania es uno de los países que forman parte de la recién lanzada “Política Halcón”, que busca acercar a Panamá con regiones como el Medio Oriente, África y Asia, con los que tradicionalmente no hemos tenido fuertes lazos.  Asimismo, es cónsono con el Plan Nacional de Cooperación “Panamá Coopera”, que además de focalizar la ayuda internacional en las prioridades nacionales, pone a disposición del mundo las fortalezas y capacidades del país para apoyar el desarrollo de los países y afrontar retos globales, como es el de refugiados y migrantes en este caso.

El apoyo que brindará Panamá consiste en el envío de 10 profesores panameños al campo de refugiados en Jordania, por un periodos rotativos de seis meses, donde se formarán en centros universitarios de Jordania estudiando el idioma árabe durante la mañana, y por las tardes impartirán clases de idiomas a los cientos de niños refugiados y migrantes que habitan en estos campos, de la mano de UNICEF.

Este solidario aporte por parte de Panamá representa un compromiso voluntario entre países que quieren abordar conjuntamente los desafíos del desarrollo y los retos que representan las migraciones masivas.   “La vocación solidaria de Panamá no es nueva, los panameños siempre hemos esto dispuestos a colaborar ante situaciones de índole humanitario, donde podemos aprender y ganar experiencias, que además nos posicionan como un país altamente comprometido con las poblaciones en riesgo, especialmente niños y niñas”, aportó María Luisa Navarro, Viceministra de Asuntos Multilaterales y Cooperación, cartera dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores instaurada durante esta administración gubernamental para enfocar de manera estratégica la ayuda internacional y adentrar al país como un país oferente de cooperación.

El anuncio del Presidente se dio en el marco de la Cumbre de Laureados y Líderes por los Niños 2018, de la cual forma parte la Primera Dama Lorena Castillo de Varela y que junto a ganadores del Premio Nobel, líderes mundiales y jóvenes de todo el mundo, consensuaron un documento que establece un plan de acción para hacer frente a los desafíos por los que atraviesan los niños afectados por la migración y el trabajo infantil.