La influencia de Justo Arosemena y sus aportes intelectuales al Segundo Congreso de Lima de 1864-1865, que marcaron la historia de América Latina en la etapa del final del ciclo de asambleas confederativas, fue el punto central durante la magistral conferencia dictada por el doctor Germán De La Reza.

La comparecencia de De La Reza, forma parte de las actividades del Comité Organizador de la Conmemoración del Bicentenario del Nacimiento de Don Justo Arosemena y basó su ponencia sobre Los Tratados de Lima y el Derecho Internacional Americano.

De La Reza pudo explicar al auditorio cómo el Congreso de Panamá de 1826, cuyo gestor había sido Simón Bolívar, fue la base para que el Segundo Congreso de Lima de 1864 sirviera para unir a los plenipotenciarios de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, Perú y Venezuela, a fin de crear una fuerza común de integración.

Ese Segundo Congreso se convirtió en plataforma para que Justo Arosemena publicara su obra “Estudio sobre la idea de una liga americana”.

De La Reza quien es historiador de formación y catedrático investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, expuso que dicha obra estaba amparada en tres objetivos; el primero, en organizar un frente defensivo ante la múltiple amenaza externa, materializada en México con la pérdida de la mitad de su territorio frente a Estados Unidos; el segundo, la creación de un mecanismo de arbitraje internacional y el tercero, disminuir o erradicar los obstáculos aduaneros al comercio hispanoamericano.

A pesar de que ya habían transcurrido cinco meses de la instalación del Segundo Congreso en 1865, los plenipotenciarios habían suscrito cuatro tratados: el de unión y alianza defensiva, conservación de la paz, correos, comercio y navegación.

Se desprende del escrito de De La Reza, que ninguno de los tratados fue ratificado por los países representado y que el ideal anfictiónico sucumbió a los efectos de las primeras guerras de conquista entre latinoamericanos.

Arosemena, era considerado una de las figuras más representativas del siglo XIX, pues era escritor, político y estadista, en 1855 había sido nombrado primer gobernador de Panamá y posteriormente presidente de la Convención Nacional de Río Negro.

A juicio de De La Reza, poner el Congreso americano de 1864 al frente de las obras de Justo Arosemena es un acto de justicia elemental, pues justifica su más alta contribución.