El ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Núñez Fábrega y demás ministros de Estado acompañaron este jueves al Presidente de la República Ricardo Martinelli Berrocal, a la Instalación de la Segunda Legislatura del Quinto Período Ordinario de la Asamblea Nacional de Diputados, donde rindió su informe a la Nación, destacando la labor desarrollada en estos cinco años de gestión. En un discurso optimista, donde predominó la unidad, con la frase «unidos nada es imposible», el presidente Martinelli con un tono conciliador dijo a la nación que él todavía tiene puestos «los zapatos del pueblo», un eslogan que en su campaña política utilizó para lograr llegar a la Presidencia.

Durante su discurso el mandatario Martinelli, reconoció la gestión del Ministerio de Relaciones Exteriores al destacar las firmas de acuerdos de Cooperación, la labor realizada en la Cumbre Iberoamericana, el esfuerzo realizado para sacar a Panamá de listas grises, entre otros con la finalidad de seguir destacando las relaciones diplomáticas de Panamá con los demás países. «Fui tildado de loco por quienes no querían el cambio», expresó, agregando que puso todas sus fuerzas y energías en este proyecto «gran país», que no hubiese sido posible sin el apoyo del pueblo panameño.

De hecho, señaló que le pasó algo que jamás imaginó: él quería cambiar al país, pero el país lo cambió a él, explicando que Panamá le enseñó a no ocultar sus sentimientos, recordando el momento cuando lloró en la entrega de subsidios a los afectados por el dietilenglicol. «Prefiero la camisa manga corta y blue jeans», pues el que no esté dispuesto a caminar, abrazar a un enfermo o a cargar agua, «no tiene madera de presidente», agregó el mandatario al culminar su discurso. Al tiempo que aseguró que sólo quiere que el país avance.