Panamá, 1 de junio (2021).- La canciller Erika Mouynes recibió en la sede de la misión permanente de Panamá ante las Naciones Unidas al director en Nueva York de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Ashraf El Nour, con quien evaluó el alarmante incremento de emigrantes irregulares en la frontera darienita, adonde este grupo tiene destacado un equipo de asistencia.
El organismo, que trabaja para ayudar a garantizar una gestión ordenada y humana de la migración y promueve la cooperación internacional para atender este fenómeno, acompaña la gestión de las autoridades panameñas en la estación de asistencia de San Vicente, en Darién, donde se ha llegado a recibir hasta mil migrantes irregulares diarios durante los últimos meses.
Esta situación ha provocado una gestión diplomática sin precedentes, en la que Panamá plantea “un diálogo conjunto para encontrar una solución global a un problema que es global”.
La ministra Mouynes consideró importante abordar este problema transnacional de manera proactiva, integral y oportuna para evitar que se agudice la situación de los migrantes que esperan continuar su camino y se pueda convertir en una crisis humanitaria, por lo que abogó por “la justa corresponsabilidad de los países, ya sea de origen, tránsito o destino de migrantes”.
Según la canciller panameña, “para alcanzar resultados, es fundamental el intercambio de información y la convocatoria de todos los países involucrados en este fenómeno persistente, en la ruta de los emigrantes hacia Estados Unidos, que requiere la articulación responsable de acciones integrales y colectivas”.
En su reciente viaje a Ecuador, para asistir a la toma de posesión del presidente Guillermo Lasso, la ministra panameña abordó el tema con sus homólogos de la región, en la creencia de que “para atender los problemas comunes se requieren soluciones en conjunto”.
Para Panamá, puntualizó la Canciller, se está haciendo difícil atender el creciente número de migrantes irregulares que llegan al Darién proveniente de Colombia, con incrementos puntuales de hasta 30,000 personas, registrados entre 2015 y 2016 y un más reciente pico de 22,265 emigrantes en 2019.