Como parte del programa de fortalecimiento institucional para responder,   a través del Hub Humanitario y del Centro de  Coordinación de Información (CECODI), en caso de  desastres naturales,  el  Ministerio de Relaciones Exteriores participó   en  la Reunión Informativa  organizada por la Embajada de la República de Haití y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, sobre  las acciones de respuesta emprendidas tras el paso del Huracán Matthew y su impacto en la región Caribe.

En la sesión informativa, con misiones  diplomáticas en Panamá, transmitida por radio en Haití,  se interactuó en línea con  Inés Brill, Jefa de la Delegación de la Federación Internacional de la Cruz Roja en Haití y  Omar Robinson, Coordinador de Respuesta a emergencias de la Cruz Roja, actuando como  moderador  Walter Cotte Witingan, Director Regional para América / Americas Regional Director y el Encargado de Negocios de la Embajada de la República de Haití en Panamá,  William Exantus.

Por el Ministerio de Relaciones Exteriores asistió Rita M. Franceschi O., Encargada del Escritorio del Caribe en el Departamento de Hemisferio Occidental de la Dirección General de Política Exterior.

En la sesión informativa  se comunicó sobre la  situación de los seis  países afectados y  en necesidad tras el paso del mayor huracán en el Atlántico en los últimos 10 años y el mayor en los últimos 50 años en Haití.  El huracán Matthew que llegó a categoría 5, alcanzando una velocidad de hasta 260 km/hora, ha dejado tras de sí a un millar de personas sin agua y sin luz, con techos y casas destruidas, y calles y carreteras inaccesibles en el Caribe. ).  Haití, Bahamas, República Dominicana, Jamaica, Santa Lucía, Cuba y la costa este de los Estados Unidos, han visto a sus poblaciones gravemente afectadas por fuertes vientos, inundaciones y daño en sus infraestructuras básicas.

Los Estados como primeros responsables por la seguridad y el bienestar de sus respectivos ciudadanos y, como parte de los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales, son determinantes en la respuesta y recuperación de las víctimas a desastres; como también en prevención frente a amenazas y riesgos de futuros desastres.