El Taller Regional sobre Colisiones con buques con enfoque en el Gran Caribe con la Comisión Ballenera Internacional se inauguró este miércoles en esta ciudad avalando la firme posición de Panamá, de mantener su compromiso con respecto al cumplimiento de los ordenamientos en materia de protección y conservación de los cetáceos.
“Panamá ha demostrado con firmeza su posición de país, desde que en el año 2005, se convirtió en el segundo Estado de América, después de México, en declarar sus aguas territoriales como santuario para las ballenas y ha promulgado normas nacionales que regulan el avistamiento responsable de cetáceos en aguas nacionales y prohíbe la captura y la caza de especies protegidas o en peligro de extinción”, dijo la Directora encargada de Organismos y Conferencias Internacionales de la Cancillería, Yazmin Brea, al inaugurar el evento.
Además explicó que actualmente se trabaja en el tema de los cuatros esquemas de separación de tráfico marítimo, para grandes embarcaciones, con lo que se pueden evitar las colisiones de barcos con las ballenas: uno en el caribe y tres en el pacifico, que fueron aprobados el pasado mes de mayo por la organización marítima internacional.
“La política exterior del gobierno nacional apoya la Comisión Ballenera internacional y el Grupo de Buenos Aires, reconociendo que, a través del multilateralismo, es posible enfrentar de manera conjunta los grandes retos que tienen los países para conservar sus ecosistemas, en este caso los cetáceos y los mamíferos marinos más grandes”, añadió la Directora encargada. En el presente taller se analizan las nuevas técnicas sobre el equilibrio entre el tránsito seguro de los barcos comerciales hacia nuestros puertos dinámicos y la protección de las poblaciones de ballenas que se encontraría en peligro en zonas dentro y adyacentes a refugios marítimos nacionales.
El taller esta que se extenderá hasta el viernes 20 de junio ha sido organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Comisión Ballenera Internacional (CBI) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) con la colaboración de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) el Instituto Smithsonian y la Autoridad Marítima de Panamá.