Como parte del programa de cooperación internacional “Panamá Coopera” que coordina el Ministerio de Relaciones Exteriores, concluyó esta semana la última entrega de ayuda humanitaria al Gobierno de la República de Guatemala encaminada a atender las necesidades de la población guatemalteca afectada por la erupción del Volcán Fuego.

El aporte gestionado por la Cancillería con el respaldo del Despacho de la Primera Dama y de la compañía panameña Copa Airlines, incluyó 300 kits de cocina, 4,000 frazadas y 2,350 kits con artículos de limpieza personal para el equipamiento de los albergues; así como la entrega de 210 tiendas de campaña familiares con capacidad de hasta cinco personas cada una.

Desde su lanzamiento, Panamá Coopera ha priorizado la ayuda internacional que recibe el país enfocándola en las prioridades nacionales e incursionado como un país oferente de Cooperación, a través del cual ha otorgado ayuda internacional a otras naciones, incluyendo ayuda humanitaria, cooperación técnica en seguridad, agricultura, turismo, entre otros.

Refiriéndose a los retos que enfrenta la región en materia de ayuda humanitaria,   la Viceministra de Asuntos Multilaterales y Cooperación, María Luisa Navarro, manifestó que Panamá se convertirá en un socio invaluable para maximizar el uso de los limitados recursos con que cuenta la región, tras la puesta en marcha del Centro Logístico Regional de Asistencia Humanitaria (CLRAH), y pondrá al servicio de Latinoamérica y El Caribe un Centro en el cual los principales actores humanitarios podrán coordinar sus acciones y envío de ayuda desde un solo punto de manera pronta y eficaz.

El CLRAH que alberga el Depósito de Respuesta Humanitaria de las Naciones Unidas (UNHRD) operado por la Programa Mundial  Alimentos; la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja; el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), servirá como plataforma logística facilitando las actividades de recepción, manejo, almacenamiento y redistribución de insumos y equipo, así como la movilización del recurso humano para una eficiente gestión del socorro y asistencia humanitaria frente a las emergencias nacionales e internacionales que puedan ocurrir por efectos naturales o de otra índole.