El Instituto Cervantes en Tel Aviv fue el gran anfitrión de una noche de resiliencia y arte. El teatro panameño presentó sus tablas bajo el auspicio de la Embajada de Panamá en Israel, con ello la embajadora panameña Adis Urieta y el equipo de la misión diplomática en ese país, devolvieron la gratitud que siempre han recibido de la sociedad israelí y la comunidad panameña.
Dirigida por Javo Rocha, quien emigró a Israel desde Argentina, la obra está representada en tres actos, escrita por tres reconocidos autores panameños.
La primera escena, “Seamos Felices”, del director y productor Daniel Gómez Nates, se centra en la soledad, concepto que puede generar sosiego en el espectador, pero le da otra mira, la del optimismo, alegría y la amistad como un valor supremo para la vida en momentos difíciles con finales felices.
Los últimos dos actos abordan el periodo militar que concluyó con la invasión de Estados Unidos a Panamá, ocurrida el 20 de diciembre de 1989. El drama de los “Incomunicados”, bajo la autoría Manuel Paz Batista, en la que con un notable manejo del tema se detallan escenas del periodo militar en Panamá y la invasión estadounidense. Los incomunicados que transitaban en un mundo de rebeldía y sumisión en búsqueda de la libertad perdida.
Al final, los “Desaparecidos”, reconocida con el máximo galardón de las letras panameñas, el premio nacional de literatura “Ricardo Miró”, es el relato de los familiares que cuentan la historia de 20 soldados panameños que fallecieron durante la invasión estadounidense. Cada uno de estos fragmentos es una dialogo con el espectador.
Finalmente, la embajadora de Panamá en Israel, Adis Urieta cerró el espectáculo agradeciendo al público, a Julio Martínez, director del Instituto Cervantes de Tel Aviv, y a la gestora cultural, Einat Talmon, por creer en el proyecto.