Fiel a su destino de ser instrumento para la aproximación y el diálogo entre las naciones, Panamá se une al Llamado del Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, de un alto al fuego de los conflictos que se ciernen en distintas partes del mundo y causan estragos entre las poblaciones más vulnerables.
Coincidimos en que los precarios, destruidos o inexistentes sistemas de Salud de los países bajo el flagelo de los conflictos, son especialmente susceptibles al avance de la pandemia Covid-19, situación agravada por el drama inhumano que viven cientos de miles de personas en condición de desplazados y refugiados, haciendo oportuno el Llamado del Secretario General para que los actores en conflicto “cesen las hostilidades, dejen de lado la desconfianza y la animosidad. Silencien las armas, detengan la artillería, pongan fin a los ataques aéreos”.
Panamá subraya la urgencia de concertar esfuerzos internacionales, bajo el propósito común de combatir el virus COVID-19, mediante acciones como el establecimiento de corredores humanitarios que permitan, en las circunstancias actuales y en las zonas más afectadas, brindar asistencia inmediata a mujeres, niños y adultos mayores, así como a personas con discapacidad, marginadas y desplazadas.
Como Estado miembro fundador del organismo mundial, nacido de los anhelos de la humanidad de ver erradicados para siempre los horrores padecidos por cuenta de dos guerras mundiales, Panamá observa con suma preocupación que aún hoy prevalecen, en distintas partes, conflictos que se dirimen por la fuerza de las armas. La vocación pacifista, tolerante y respetuosa de la sociedad panameña, la cual marca un destino nacional al servicio de la concertación y la búsqueda de consensos, es nuestro principal impulso.
Con esa visión, Panamá suscribe el Llamado del Secretario General para que el entendimiento multilateral abra caminos de apoyo para aquellas poblaciones cuyas precariedades sanitarias las convierten en las potenciales mayores víctimas de la actual pandemia global.