La República de Panamá, asumió este lunes   la Vicepresidencia de la 105 Conferencia Internacional del Trabajo de la Organización internacional del Trabajo (OIT), un reconocimiento al país por sus contribuciones al mundo laboral y esfuerzos en mantener  en todo el territorio nacional la paz y la estabilidad social.

Con esta designación de carácter unánime y  en la que Panamá estará representada por el Embajador  Ramón Morales Quijano, Representante Permanente ante las Naciones Unidas y otros Organismos Internacionales con sede en Ginebra, Suiza,  nuestro país tiene la responsabilidad  de coordinar, ordenar y consensuar las decisiones de índole laboral que son objeto de debate y análisis tripartito.  Cabe destacar que el Embajador Morales Quijano con vasta experiencia diplomática, actualmente ocupa  el cargo de Vicepresidente de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y es Facilitador del Grupo de Trabajo del Consejo de Derechos Humanos para Accesibilidad de Personas con Dispacidad.

La Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), órgano superior de la OIT , integrada por representantes de los gobiernos, trabajadores y empleadores  de los  187 países miembros del organismo mundial,  debate cuestiones sociales y laborales  que revisten importancia para el mundo entero.

La temática de la CIT de este año incluye  las cadenas mundiales de suministro; el trabajo decente y su papel en la promoción de la paz, la seguridad y la resiliencia ante los desastres naturales, y el impacto de la Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa. También se discutirá sobre las enmiendas al Código del Convenio sobre el trabajo marítimo y sobre el informe del Director General, que este año se enfoca en la pobreza.

La delegación de Panamá  reiterará el mensaje  de un país con una de las  economías de mayor  crecimiento en América Latina en los últimos años y que  crecerá de acuerdo a  las previsiones de organismos especializados   en promedio 6% los próximos cinco años,  que se esfuerza por que  ese crecimiento económico se transforme en desarrollo humano y equitativo para toda la población y que aspira a ser protagonista en la economía verde, la economía  del futuro, que genere transformaciones significativas para el mundo del trabajo, mediante  el impulso del talento humano y la protección del ambiente.