Carmen Ávila, directora de Organismos Internacionales de la Cancillería recibió las Cartas Credenciales de Philippa Candler, representante de la Oficina Multipaís del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en el marco de una visita de cortesía al Palacio Bolívar, sede de la diplomacia panameña.

La ocasión fue propicia para agradecer en nombre de la administración del presidente Laurentino Cortizo Cohen el apoyo técnico y de capacidades recibido por ACNUR durante la crisis de los migrantes de igual forma el respaldo a la Comisión Nacional de Protección para Refugiados (CONARE) y el entrenamiento que han dado a los representantes de instituciones nacionales para comprender todo el proceso de aplicación al estatuto de refugiados.

Se explicó que la Oficina Nacional para la Atención de Refugiados (ONPAR) remite el caso a la Comisión Nacional de Protección para Refugiados (CONARE) que es un organismo interinstitucional que decide si concede el estatus de refugiado al solicitante. En caso de aprobarlo, al refugiado se le entrega un carné de refugiado por el Servicio Nacional de Migración y podrá solicitar un permiso de trabajo. Transcurridos tres años o más en la condición de refugiada, la persona puede solicitar la residencia permanente. Mientras CONARE no le apruebe la admisibilidad del caso el refugiado no tiene derecho a un permiso de trabajo, ni derecho a salud ni educación.

Recordó la directora con complacencia la visita de Filipo Grandi, Alto Comisionado para los Refugiados, Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), a Panamá e indicó que es una muestra de la importancia que esta administración otorga al tema de los refugiados.

Cerró reiterando la disponibilidad de la Cancillería de seguir trabajando por el tema de los refugiados y el respeto de los derechos humanos.