La Viceministra de Relaciones Exteriores Encargada, Isbeth Quiel Murcia, en representación de la Presidencia Pro -Tempore de la Conferencia Regional sobre Migración (CRM), que ostenta la República de Panamá, dio la bienvenida a todos los representantes de los Países Miembros, organismos internacionales y representantes de la sociedad civil, que participaron en este importante taller sobre la Movilidad Humana en contextos de Desastres, Degradación Ambiental y Cambio Climático.
Durante su intervención, manifestó que, históricamente la migración ha sido asociada a diversos factores, tales como la inestabilidad política y social, los problemas económicos y la falta de empleo, la inseguridad, entre otros que podríamos referenciar. Sin embargo, la movilidad humana en la actualidad, de manera creciente, está intrínsecamente relacionada con los efectos del cambio climático, como una de las crisis humanitarias del siglo XXI.
Asimismo, señaló que esta migración, cada vez más, nos alerta a la acción que demandan medidas urgentes para proteger a las personas afectadas, debido a que se caracteriza por ser involuntaria y, por ende, no planificada, dada la ocurrencia súbita de fenómenos naturales que afectan el diario vivir de las personas, y las obliga a desplazarse o migrar, ya sea dentro de sus propios países o fuera de estos.
La Viceministra Encargada enfatizó que Panamá, no escapa a esta realidad enfrentando hoy día estos desafíos. El ejemplo más claro es nuestra población de Gardí Subdug, en Guna Yala, que, resultado del aumento del nivel del mar, será la primera comunidad desplazada de América Latina.
De igual forma, hizo alusión al Taller Regional sobre Crisis Migratorias y Migración en Contextos de Desastres y Cambio Climático, organizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con el apoyo del Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres en América Central y la República Dominicana (CEPREDENAC), el año pasado y que tuvo lugar en la ciudad de Panamá, con el fin de plasmar que la Región se encuentra en un punto en el que coinciden la migración y la vulnerabilidad frente a los desastres naturales, la que no es ajena a nuestra región, y que fue advertida en el año 2020, con los huracanes ETA y IOTA, y su impacto significativo en Centroamérica, al provocar la pérdida de hogares, cultivos y medios de vida, lo que empujó a muchas personas a buscar refugio en otros lugares; considerando también, la combinación de estos desastres naturales y la pandemia del COVID-19 que agravó aún más la situación en la región.
En este punto, puso en relieve el llamado de Panamá al cuidado y protección del Parque Nacional Darién, el cual, no es una ruta para el tránsito migratorio de personas, sino más bien, la reserva natural más importante de Centroamérica, bajo el estatus de Patrimonio Mundial, reserva de la biósfera y declarado Humedal de Importancia Internacional por la Convención Ramsar, y, además, es también el hogar de grupos originarios panameños.
Por consiguiente, hoy, ante el creciente tránsito migratorio irregular y el impacto de este a partir de la contaminación de las aguas, los desechos orgánicos e inorgánicos, la tala de árboles y la caza de animales, entre otras prácticas, están atentando contra ese ecosistema, la permanencia de nuestros pueblos originarios se está viendo amenazada.
Finalmente, culminó su intervención señalando que los temas que durante estos dos días de jornada se abordaron, serán del más alto interés de todos, rememorando que el cambio climático es una realidad y todos tenemos la responsabilidad de tomar acciones que favorezcan la protección de nuestro medio ambiente, considerando que el planeta tierra es el único hogar que conocemos y nos está demandando mucha responsabilidad.
Cabe mencionar, que agradeció a la Organización Internacional para las Migraciones, la Plataforma sobre Desplazamiento por Desastres, y el Programa Regional sobre Migración financiado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, por su apoyo para que este evento conjunto fuera posible.