La persecución del delito y protección a las víctimas son dos de los principales ejes a reforzar en la lucha contra la Trata de Personas en Panamá, ante las pocas condenas y deficientes políticas de prevención registradas en esta materia.
Hace dos años se elaboró un Plan Nacional Contrala Trata de Personas con el objetivo de adecuar la ley a la realidad de esta problemática y elevarla a tema de Estado. Pese a esto, cifras del Ministerio Público revelan que los casos de trata de personas aumentaron en casi un 90% desde la elaboración de este plan. La mayoría de ellos están ligados a la trata sexual y el resto a la trata laboral, siendo la provincia de Panamá la región con mayor incidencia. Las víctimas han sido principalmente mujeres panameñas entre los 18 y 30 años.
La falta de atención a este flagelo por parte de administraciones anteriores ha llevado a Panamá a un estado de observación ante las Naciones Unidas y los Estados Unidos, cuyos informes revelan que la persecución del delito y falta de atención a las víctimas ha sido una de las principales debilidades del sistema de un país que es origen, tránsito, y destino para hombres, mujeres y niños víctimas de la trata sexual y el trabajo forzado.
El Gobierno del Presidente Juan Carlos Varela actuará con determinación para erradicar esta problemática, que atenta contra el respeto a los derechos humanos. Septiembre, Mes Nacional Contra la Trata de Personas, será el marco propicio para la reactivación del Plan Nacional, del cual son responsables unas 16 instituciones del Estado panameño. El mismo contempla cinco ejes primordiales: la sensibilización y concienciación en aras a prevenir futuros casos; la protección y atención a víctimas; la persecución del delito; cooperación internacional; y, por último, el seguimiento y monitoreo a la implementación de todo lo establecido.
Papel del Ministerio de Relaciones Exteriores
A través de la Cancillería, se contribuirá en la observancia de los instrumentos jurídicos internacionales que se refieren al tema de la trata de personas.
“Estamos conscientes del rol de liderazgo que debe tener en la implementación de la agenda global de desarrollo, ha ratificado los Protocolos de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños”, acotó María Luisa Navarro, Viceministra Encargada de Relaciones Exteriores. Agregó que, así lo ha hecho también con el Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes por tierra, mar y aire y a nivel nacional se aprobó, la ley 79 sobre la Trata de Personas y actividades conexas y se decretó septiembre como el Mes contra la Trata de Personas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores forma parte además, junto a otras 15 entidades, del Consejo Directivo de la Comisión Nacional contra la Trata de Personas.
Hoy iniciaron las jornadas de capacitación y sensibilización con los funcionarios de la cancillería panameña. De la mano del expositor, Gonzalo Medina, Coordinador de Programas de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los colaboradores de la Cancillería, información sobre esta problemática, como prevenirla, detectarla y contribuir a erradicarla.
A lo largo del mes continuarán estos espacios de capacitación y sensibilización para las instituciones involucradas en la persecución del delito y atención a víctimas, empresarios, jóvenes, estudiantes y la sociedad civil en general. Las mismas se realizarán de la mano de entidades con expertise en el tema como la Organización Internacional de Migración (OIM), la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por su siglas en inglés), y la Embajada de los Estados Unidos.
Sobre la trata de personas
Es la esclavitud del Siglo XXI. La trata de personas es un problema mundial y uno de los delitos más vergonzosos que existen. Los tratantes engañan a mujeres, hombres y niños de todos los rincones del planeta y los someten diariamente a situaciones de explotación. Si bien la forma más conocida de trata de personas es la explotación sexual, cientos de miles de víctimas también son objeto de trata con fines de trabajo forzoso, servidumbre doméstica, mendicidad infantil o extracción de órganos.
Situación de Panamá
La mayoría de las víctimas de trata de personas panameñas son explotadas en la trata sexual, dentro del país. De las víctimas de trata extranjeras encontradas en Panamá, la mayoría son mujeres adultas de Colombia, y, en menor grado, de países vecinos en América Central y la República Dominicana. La mayoría de estas mujeres migran voluntariamente a Panamá a trabajar pero son posteriormente explotadas en la trata sexual o en la servidumbre doméstica.
Las áreas de mayor incidencia de Trata de Personas en nuestro país es la ciudad de Panamá, Arraiján, Colón y Coclé.