La ministra de Relaciones Exteriores Erika Mouynes, por encargo del Ejecutivo, presentó este miércoles en la Asamblea Nacional de Diputados el decreto que establece normas de seguridad para garantizar la convivencia entre peatones, ciclistas y vehículos no motorizados, en la vía pública, y las adecúa a los estándares internacionales.
La reglamentación propuesta es el resultado del trabajo en conjunto de los ministerios de Gobierno, de Obras Públicas (MOP) y Vivienda y Ordenamiento Territorial (MIVIOT), junto con la Autoridad de Transporte y Tránsito Terrestre (ATTT) y la colaboración de la Universidad de Panamá, el Banco Interamericano de Desarrollo y grupos sociales, animados por el interés de la Cancillería de alcanzar estándares internacionales de convivencia vial en nuestros espacios de tránsito urbano e interurbanos.
La iniciativa, que surgió en la Cancillería en septiembre pasado, “desarrolla, promociona y fomenta” las diferentes formas de movilización activa en general y la movilidad ciclista, en especial, siendo prioridad la seguridad integral del ciclista y el respeto de los espacios que se le destinen.
“Montar en bicicleta o caminar por nuestras calles no debe ser un peligro, sino una práctica segura y saludable”, declaró la Canciller durante la presentación del documento, en la Comisión de Comunicación y Transporte de la Asamblea, donde puntualizó que las repetidas tragedias entre ciclistas, no pueden ser un triste recordatorio de la importancia de estas medidas.
En el texto se promueve la multimodalidad y la conectividad del transporte y propone la creación y adecuación de aceras y ciclovías seguras y de accesibilidad universal, en atención a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS 2030), específicamente aquellos relacionados con bajar la contaminación por gases de efecto invernadero, favorecer la vida activa y saludable y la protección del medio ambiente.
La Canciller destacó, por otra parte, la necesidad de incorporar nuevas maneras de ver la movilidad en nuestras ciudades, con un acercamiento más acorde con los tiempos, facilitando calles y vías mejor diseñadas, para combatir la siniestralidad y la contaminación y favorecer una vida más sana.
Esta regulación, que guarda como objetivo reducir en un 50% el número de víctimas en siniestros viales para 2030, favorece la autonomía de locomoción y el distanciamiento social recomendado durante esta pandemia y se suma a los lineamientos del Segundo decenio de Acción por la Seguridad Vial de las Naciones Unidas.
Será responsabilidad del Consejo Nacional de Tránsito y Seguridad Vial, como consultor de la ATTT, elaborar campañas de divulgación y educación vial para dar a conocer la norma, e incentivar el uso de la bicicleta y otros medios no motorizados de movilidad adecuados a las nuevas tecnologías.
Según las disposiciones finales de la propuesta, corresponde a los municipios, al MOP, MIVIOT y a la Autoridad de Turismo de Panamá, elaborar y adaptar los planes de movilidad urbana que contemplen la creación de espacios e infraestructuras de movilidad activa para peatones y ciclistas.