La nobleza y capacidad de organización de la nación panameña resaltó durante el conversatorio, organizado por la Embajada de Panamá ante la Santa Sede en conjunto con la Pontificia Comisión para América Latina, con el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede y autoridades de la Curia, sobre los resultados de la Jornada Mundial de la Juventud, Panamá 2019, calificada como una convivencia en respeto y un ejemplo de interrelación religiosa.
Con la participación de Monseñor José Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá, el Rabino Gustavo Kraselnik, de visita en la Santa Sede, el Padre Joao Chagas del Dicasterio para Laicos, Familia y Vida y la Embajadora de Panamá en la Santa Sede Miroslava Rosas, y bajo el lema «Memoria Agradecida y Comprometida de la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá» se presentó una proyección de los momentos cumbres de la JMJ Panamá 2019, durante la cual el Santo Padre concluía manifestando, que había encontrado en Panamá a “un pueblo noble”.
El Padre Joao Chagas del Dicasterio para Laicos, Familia y Vida, responsable de las Jornadas desde Roma celebró con satisfacción los resultados del evento, que registró la mayor participación porcentual, por lo cual felicitó al Comité Organizador Local por tan impecable organización y al Gobierno de la República de Panama por todo el apoyo brindado.
Por su parte el Rabino Kraselnick testimonió sobre su grata experiencia al dar acogida en los salones de clases de la Sinagoga a 50 polacos, manifestando además que, “lo que para el mundo es sorprendente, en Panamá es algo común” y vale la pena exportar este pensamiento. La JMJ Panamá 2019 es el fruto de una convivencia en respeto y un ejemplo de interrelación religiosa.
Monseñor José Domingo Ulloa resaltó el esfuerzo de todo un equipo, la significativa participación de los jóvenes y la masiva asistencia de los centroamericanos, así como el aporte de los voluntarios, pilares de estos eventos, reiterando que no se debe dejar de soñar porque ningún pequeño puede limitarse a hacer cosas grandes.