El Congreso Nacional de Honduras confirió la condecoración Gran Cruz Placa de Oro, al panameño Obispo Auxiliar de la Diócesis de San Pedro Sula, Monseñor Rómulo Emiliani, por su valiosa contribución a impulsar el bienestar social de los más necesitados. “La nación panameña se enorgullece de este hombre de Dios, por sus obras que trascienden el sacerdocio y han dejado huellas en su tierra natal y más allá de las fronteras nacionales”, dijo el Ministro de Relaciones Exteriores Francisco Álvarez De Soto.

El decreto legislativo de la condecoración destaca que monseñor Rómulo Emiliani goza de mucho prestigio nacional e internacional por su lucha a favor de la sociedad y sus aportes en especial con los sectores más desposeídos. El presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, aplaudió la labor social de Monseñor Emiliani “al sacar de los templos el evangelio y llevarlo a caminar con la gente como una antorcha, sobre todo en los más jóvenes y evitar perder la generación de la esperanza”.

Con esta máxima presea el congreso Nacional reconoce causas que contribuyen al fortalecimiento de la nación hondureña como la promoción de los valores morales y espirituales, y la incidencia en el desarrollo integral de la niñez y la juventud, a través de programas enfocados a la labor social, agregó.

En ese sentido, señaló que desde su llegada a Honduras, Monseñor Emiliani enseñó “a ser solidario y ver por el prójimo, a ser mejores a través del servicio al que todos están llamados y que desean construir una sociedad de oportunidades y justicia”.

“Le hemos visto nutriendo niños con el pan diario y nutriendo almas con el pan de las verdades eternas, recibido su gran respaldo, trabajando con jóvenes de pandillas y privados de libertad en un esfuerzo cuyo único fin es entregarse a los demás”, resaltó.

El Presidente del Congreso Nacional elogió que además de sus obligaciones eclesiásticas, Monseñor Emiliani, está empeñado en construir el centro penal del Valle de Sula, para lo cual cuenta con el apoyo del presidente de la República Juan Orlando Hernández y al que se suma el Congreso Nacional, según su competencia.

Por su parte, monseñor Rómulo Emiliani al agradecer la distinción se refirió al significado del sacrificio e inmenso amor de Jesucristo por la humanidad y de cómo llamó a sus discípulos a compartir el pan de la educación, la salud y la justicia social.

Monseñor Emiliano reiteró su preocupación y compromiso con los hondureños, especialmente los niños y jóvenes marginados y por una mayor atención a los privados de libertad, programas de rehabilitación y nuevos centros penales.

También fundó la organización “Unidos Por la Vida”, para la rehabilitación de jóvenes pandilleros, y la Asociación “Volver a Vivir”, para la regeneración de alcohólicos y drogadictos y a su vez ha sido el precursor de programas sobre el problema de pandillas en Honduras, El Salvador y Guatemala.

En la ceremonia participaron el embajador de Panamá Mario Ruiz Dolande y otros miembros del Cuerpo Diplomático acreditado en Honduras, así como invitados especiales.