La República de Panamá, reafirmando su compromiso internacional con la cooperación y aplicación de normas de transparencia  en  la protección y seguridad del medio marino, depositó ante la Organización Marítima Internacional (OMI),   el instrumento de adhesión al Convenio Internacional para el reciclaje seguro y ambientalmente racional de los buques y promulgó  en la Gaceta Oficial, la Ley 41 de  2016, por la cual se aprueba el Convenio Internacional para el Control y Gestión del Agua de Lastre y los Sedimentos de los Buques.

El Convenio  Internacional para el reciclaje seguro y ambientalmente racional de los buques busca prevenir, reducir, eliminar los accidentes, lesiones y otros efectos adversos, así como mejorar la seguridad y la protección de la salud de los seres humanos y el ambiente a lo largo de la vida útil del buque, además abarca el diseño, construcción, operación y preparación de los buques y prevé la explotación de instalaciones de reciclaje de navíos en condiciones de seguridad y protección medioambiental, y busca  establecer  la incorporación de la certificación pertinente y requisitos de intercambio de información sobre autorizaciones de reciclaje.

En tanto, el  Convenio Internacional para el Control y Gestión del Agua de Lastre y Sedimentos de los Buques,   fundamentada  en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar,  ofrece las medidas y normas necesarias para la prevención, control y manejo del agua de lastre, para reducir al mínimo los organismos acuáticos, no nativos,  perjudiciales y patógenos al ecosistema marino, provenientes de la descarga de estas aguas de los buques de comercio internacional que transitan por los litorales.

Las aguas de lastre,  empleadas para la estabilidad  y seguridad  en la navegación de los buques o embarcaciones vacías o sin suficiente carga, tomadas de zonas portuarias o costeras, captan organismos patogénicos, especialmente en áreas próximas a la evacuación de aguas servidas o residuales, sin tratamiento,  generando una problemática mundial, al transportar  especies acuáticas invasivas a nuevos ecosistemas causando estragos a la biodiversidad marina, graves daños ambientales, sociales y económicos.

La República de Panamá, por su estratégica posición geográfica, el Canal de Panamá y la Marina Mercante Nacional,  el más antiguo y ahora el más grande registro mundial abierto de buques, muestra  de esta forma  la disposición de mantener una amplia y adecuada aplicación de los instrumentos adoptados por la Organización Marítima Internacional.