El Gobierno Nacional otorgó la Orden Vasco Núñez de Balboa, en el grado de Gran Cruz, al Embajador de El Salvador, Efrén Arnoldo Bernal Chévez, en reconocimiento de una meritoria misión diplomática en Panamá.
En calidad de Gran Canciller de la Orden, la Vicepresidenta y Ministra de Relaciones Exteriores, Isabel de Saint Malo de Alvarado, impuso las joyas y entregó el diploma de la emblemática condecoración en ceremonia protocolar que tuvo lugar en el Salón Bolívar y que contó con la asistencia de autoridades gubernamentales, ministeriales, diplomáticas e invitados especiales.
“En nombre del Gobierno de la República de Panamá me honro imponer a Su Excelencia Éfren Arnoldo Bernal Chévez, la Orden Vasco Núñez de Balboa, en el Grado de Gran Cruz, en reconocimiento a su extraordinaria labor en beneficio de nuestros países, gesto que conlleva el agradecimiento de todo el pueblo panameño”, dijo la Vicepresidenta y Canciller.
Durante la gestión diplomática (2010-2014) del Embajador Bernal Chevez, se suscribieron varios instrumentos entre ellos, un Acuerdo para Evitar la Doble Imposición por la Explotación de Aeronaves, el Convenio de Cooperación Académica entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Instituto salvadoreño Especializado de Educación Superior para la Formación Diplomática, además se estableció el Primer Mecanismo de Consultas Políticas.
La Vicepresidente y Canciller también destacó la extraordinaria trayectoria del Embajador Chévez en el sector público y privado de su país como político, parlamentario, abogado, y a nivel internacional comprometido con la integración centroamericana y la democracia como observador electoral en distintos países.
Tanto la Vicepresidente y Canciller como el embajador salvadoreño hicieron propicia la ocasión para reiterar la amistad y cooperación que unen a Panamá y El Salvador y formularon votos por el bienestar y prosperidad de ambos pueblos en el ánimo que las relaciones continúen estrechándose a nivel bilateral y en el marco del proceso de integración centroamericana.
El Embajador salvadoreño recibió con humildad el reconocimiento, como muestra de la profunda amistad que por más de cien años ha caracterizado la hermandad entre Panamá y El Salvador y brindó porque las relaciones alcanzadas, permitan más inversiones y más cooperación en materia de educación, salud y bienestar de los pueblos.
“Me retiro ahora de un país hermano que nos sigue sorprendiendo día a día, en franca transformación y en plena consolidación de su democracia, en la decisión inquebrantable de seguir en el camino de la paz, el respeto y la consolidación del estado de derecho”, dijo visiblemente emocionado el embajador salvadoreño.
“Una nación en la que viven, sueñan y trabajan varios miles de salvadoreños y salvadoreñas, quienes indudablemente después de pasar por esta bella tierra, tendrán una perspectiva distinta de la vida, de la amistad y de la obligación de producir cada día más”, agregó el diplomático salvadoreño al agradecer la condecoración que dijo “guardaré y honraré como uno de mis mejores tesoros y ejemplos que pueda heredar a mis hijos y a mi familia”.