El 7 de febrero de 1994, la República de Panamá y el Reino Hachemita de Jordania firmaron en la sede la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York un Comunicado Conjunto mediante el cual establecían relaciones diplomáticas ambos países. El Comunicado estableció que “guiados por los principios que estipula la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de abril de 1961 y la Carta de las Naciones ambos países establecen relaciones diplomáticas y acuerdan nombrar Embajadores Concurrentes…”.

 Correspondió a los Embajadores, Representantes Permanentes ante la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York de ambos países, la firma de este histórico Comunicado Conjunto que marcó el inicio de estos 30 años de relaciones de amistad y cooperación.

Por la República de Panamá firmó el Comunicado Conjunto el Embajador Carlos Arosemena y por el Reino Hachemita de Jordania, el Embajador Adnan S. Abu Odeh.

Para el año 1995 se designa a Jorge Barletta, Embajador de Panamá en Egipto, como el primer Embajador de Panamá ante el Reino Hachemita de Jordania de forma concurrente.

 No obstante, previo a estas fechas, Panamá fue uno de los países pioneros entre las naciones latinoamericanas en establecer su presencia en la región del levante a finales de la década de 1970. A través de conversaciones entre el entonces Embajador de Jordania,  Taysir Toukan y el Embajador de Panamá, Virgilio F. Brandford, ambos acreditados en la Antigua Yugoslavia en 1976, se manifestó por primera vez el interés de ambos Gobiernos por el establecimiento de relaciones diplomáticas. (Memoria Institucional, 1976).

 Las relaciones consulares se establecieron con el Reino Hachemita en 1979, con la apertura de un Consulado Honorario y la designación del Sr. Najeeb A. Fakhoury (Que en paz descanse) en calidad de Cónsul Honorario. Este nombramiento fue reafirmado y extendido años más tarde ante el Gobierno jordano por parte del gobierno panameño mediante el Decreto N° 31 de 6 de marzo de 1985. El Consulado Honorario estuvo a cargo del Sr. Fakhoury de 1979 hasta su cierre en 1995, manejando con suma probidad los asuntos consulares y a quien la República de Panamá le estará perennemente agradecida por sus años de dedicación al servicio del país.

 Panamá condujo sus relaciones con el Reino Hachemita, El Líbano y Palestina desde una Legación Consular que existió en Damasco hasta mediados de los años 80. Las circunscripciones consulares en Amman, Beirut y Cisjordania era responsabilidad concurrente de la Embajada de Panamá en Grecia y se atendían desde Damasco, Siria.

 Esta Legación Consular tuvo su razón de ser en el considerable número de panameños de origen árabe (libaneses, sirios, jordanos y palestinos) descendientes de las primeras olas migratorias que llegaron a Latinoamérica durante las dos primeras décadas del siglo XX. Árabes a los que erróneamente se les llamó “turcos” por arribar con documentos de viaje del extinto Imperio Otomano.

 Durante la década de los 70 se produjo una segunda ola migratoria de árabes hacia América Latina, continuando el proceso que había comenzado a inicios del siglo XX.   Buscaban mejores oportunidades económicas, escapar de conflictos o la inestabilidad política de la época, y reunirse con familiares que ya se habían establecido en la región latinoamericana.

 Si bien en cierto la diáspora árabe en Latinoamérica se radicó principalmente en países como Chile y Brasil, muchos se establecieron también en Panamá. Nuestro país contaba desde 1948 con la Zona Libre de Colón, la zona franca más grande del hemisferio occidental y la segunda más grande del mundo, después de Hong Kong. La comunidad árabe en Panamá rápidamente prosperó principalmente en sectores como el comercio interno y en las actividades de importación y exportación de la Zona Libre. Entre ellos, un número importante de jordanos que mantuvieron sus vínculos familiares en el Reino y que aún hoy día llevan sus vidas entre Panamá y Jordania. En la actualidad la comunidad panameña jordana en el reino asciende a unas 200 personas.

 En el año 2018, en el marco de una política exterior orientada a fortalecer y ampliar la presencia de Panamá en Medio Oriente, el Sudeste Asiático, África y Oceanía, luego de reuniones de trabajo entre los mandatarios de ambos países, se anuncia la apertura de la primera Embajada de Panama ante el Reino Hachemita de Jordania.

 La inauguración oficial de la sede diplomática en Amán se realizó el 25 de febrero de 2019, contando con la asistencia la entonces primera dama de Panamá Lorena Castillo y del Príncipe Ali Bin Al Hussein (quien en ese momento actuaba como príncipe regente) y su esposa la princesa Rym Al-Ali, entre otras autoridades locales y el cuerpo diplomático acreditado ante la Corte Real Hachemita. La representación diplomática estuvo a cargo de Tomas A. Guardia, primer embajador residente de Panamá en Jordania.

 En los últimos años, en el marco de la cooperación, Panamá ha realizado aportes en paneles solares y bombillos led para los campos de refugiados en suelo jordano, profesores panameños del programa “Panamá Bilingüe” han colaborado en el campamento Zaatari, contribuyendo a la formación en idiomas de niños refugiados, producto de la guerra en Siria.

 En septiembre del año pasado, se llevó a cabo el acto protocolar de instauración del Grupo de Amistad Interparlamentaria entre el Reino Hachemita de Jordania y la República de Panamá, un hito importante en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales en el ámbito de la diplomacia parlamentaria.

Al conmemorar el 30 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República de Panamá y el Reino Hachemita de Jordania, reflexionamos sobre la travesía que ha unido a nuestras naciones, fortaleciendo una relación bilateral construida sobre el respeto mutuo, el entendimiento y los valores compartidos. Este hito no es solo un testimonio de tres décadas de esfuerzos diplomáticos, sino también una celebración de los lazos culturales, económicos y sociales que han florecido entre nuestros pueblos.

Desde la firma del Comunicado Conjunto el 7 de febrero de 1994, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, tanto Panamá como Jordania han emprendido un camino de cooperación y amistad, guiados por los principios de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y la Carta de las Naciones Unidas.

A lo largo de estos años, nuestros países han sido testigos de los frutos de la colaboración en diversos sectores, contribuyendo al desarrollo de nuestras naciones. Al mirar hacia el futuro, continuemos fortaleciendo los puentes de cooperación y amistad entre la República de Panamá y el Reino Hachemita de Jordania, aspirando a alcanzar juntos aún mayores logros. Este aniversario es una oportunidad para reafirmar nuestro compromiso de profundizar nuestros lazos diplomáticos y explorar nuevas vías de asociación que beneficiarán a nuestras naciones y pueblos para las generaciones venideras.