Desde el Salón Bolívar, sede del Congreso Anfictiónico de 1826, la Ministra de Relaciones Exteriores, Janaina Tewaney Mencomo, participó de la Reunión anual del “Civil Society Pillar of the Community of Democracies”, a fin de fomentar el fortalecimiento de las instituciones gubernamentales en el mundo, ejerciendo un contrapeso y una óptica diferente al manejo de la cosa pública, que nos pertenece a todos.

Durante su intervención, la canciller Tewaney reiteró que la democracia es un pilar esencial de nuestros países; en particular, hablando de América Latina y el Caribe, como el sistema que mejor nos ha funcionado para mantener una alternabilidad saludable de poder y de visión hacia el desarrollo de una sociedad próspera y estable.

En este sentido, la jefa de la diplomacia panameña reiteró que en base a la visión y liderazgo del presidente de la Republica, Laurentino Cortizo Cohen, es imprescindible que la sociedad civil, a través de la Comunidad de las Democracias, la participación de la juventud y las mujeres hagan permisibles que como actores de la democracia alcancemos soluciones duraderas.

Por consiguiente, la canciller expresó que ante los desafíos que estamos atravesando con la migración masiva e irregular a través del Parque Nacional del Darién, un pulmón esencial para librar nuestra batalla contra el cambio climático, estamos reflexionando y actuando concretamente para cerrar ese paso y que se entienda de una vez por todas que esta no es una ruta.

En base a esta premisa, indicó que son características que nos ponen presión como un país geográficamente privilegiado y clave para la facilitación de las relaciones en nuestra región y en el mundo como un interlocutor natural y confiable en aspectos humanitarios, logísticos, biofarmacéutico, alimentario y político, que nos permite relacionarnos con todos.

Al finalizar su discurso, la canciller enfatizó que debido a las complejidades tecnológicas y geopolíticas que vivimos en la actualidad, transformarán la manera en que las nuevas generaciones se relacionarán entre ellos, las instituciones, el Estado, los órganos y las asambleas, determinarán la estabilidad de los países y la protección de dos principios sagrados: la democracia y el respeto a los derechos humanos.